Abruma, pero está bien.

A veces parece que tienes todo planeado y de repente aquello que creías correcto se desmorona ante tus ojos, y tus planes cambian completamente. Es en ese momento cuándo te ves obligado a decidir ¿Te quedas en la comodidad de lo conocido o te atreves a vivir nuevas aventuras? ¿Qué pasaría si de repente resultase que todo lo que pensabas que era bueno dejase de serlo? Y justo en el instante en que te planteas esta pregunta es cuando parece que el pánico se apodera de tú corazón y no te suelta, el miedo te domina y no sabes que decir ni que hacer para que todo vuelva a la normalidad, pero... admitámoslo, lo que está cambiando no es el mundo, eres tú. 

Vas creciendo y te das cuenta de que no toda la gente es buena, que el mundo no es tan precioso y que el miedo a fallar hace que los humanos nos convirtamos en autenticas maquinas automatizadas sin poder de decisión, sin nada que realmente nos pertenezca. Pero es ese momento, en el que te das cuenta de que el mundo se cae ante tus ojos, cuándo consigues sacar el valor, no se sabe muy bien de donde, y resurges de tus cenizas. Más fuerte, más valiente, más real, más vivo. 

Tomas decisiones, haces elecciones y afrontas las consecuencias. Al principio da miedo, como todo lo desconocido, estás cambiando, evolucionando; es parte de la vida. Y está bien; está bien tener miedo, todo el mundo lo tiene. La clave está en seguir adelante, en impedir que el miedo te prohíba avanzar. Los cambios siempre asustan, forma parte de ellos, esa parte en la que te preguntas si estás haciendo lo correcto, pero es que si no diesen miedo no te los tomarías en serio, y debes hacerlo. Las decisiones no deben tomarse a la ligera, pero no te preocupes por cambiar. Tú estás en continúo cambio. Antes de andar gateabas, y para aprender a andar te caíste, una y mil veces, pero no debes impedir que eso te paralice. Si te caes, te levantas y lo vuelves a intentar, porque abruma; pero está bien.

Frase del día: Cuándo crees que conoces todas las respuestas, llega el Universo y te cambia todas las preguntas... (Jorge Francisco Pinto, profesor)

¡¡Hasta la próxima!!