una guerra de pistolas de agua
Me dices que me acerque y yo, ingenua de mí, lo hago sin
dudar. Comienza entonces una batalla de pistolas de agua con base campal en el
jardín de mi casa. Y esto es justo lo que necesitaba; me olvido de todo y
todos. Ojalá todas las guerras fueran como esta y todas las armas de juguete.
Hace tanto calor que incluso se agradece que la ropa se moje con el agua de una
batalla que me está haciendo reír a pulmón. Hacía mucho que no me lo pasaba tan
bien. Me escondo detrás de un árbol y es entonces cuándo descubro que estoy
acorralada, así que; con pistola en mano, salgo corriendo y paso justo por
delante de mi cruel adversario. Este me masacra y ya ninguno de los dos puede
controlar la risa. Él me arrebata el arma y me ataca con ambas; no tiene
piedad. Pero justo entonces se queda sin munición. Cuando los dos nos damos
cuenta de que estamos tirados en el suelo y empapados de los pies a la cabeza
nos ponemos a reír como locos.
Justo cuándo estamos a punto de ir a cambiarnos (he aceptado
humildemente mi derrota) una manguera asesina interfiere en nuestro camino y
acabamos aún más mojados (si es eso posible) Y ahora ya sí; es imposible
contener la risa porque guerras como está siempre merecerán la pena.
¡¡Hey!!
ResponderEliminarEn primer lugar, el texto es precioso, todos los que escribes es más.
Y en segundo lugar a que me recordará esa pelea? ja ja ja.
Un beso parabatai.
¡¡¡Te quiero mi niña!!! Mil gracias por todo, se avecinan muchas más como esa.
EliminarUn beso amore.