Impacto
¿Por qué te vas cuándo más te necesito?
Se rompe el paracaídas y me doy cuenta de que
ya es demasiado tarde, he saltado al vacío y no hay nadie abajo para recogerme.
Ya no sé si hablar o callarme para siempre,
tragarme mis palabras, escupir versos o
ahogarme con mis propias lágrimas. Ya no sé cómo curar las cicatrices de
tus alas. Nunca supe volar sin ti.
¿Ahora quién me salva a mí de mis demonios?
Tengo la sensación de que a mi ángel de la guarda lo han debido despedir; así
que hago de la tinta aliento, me mantengo firme ante mis miedos y no me importa
si la poesía solo cobra sentido en mi cabeza. El silencio me oprime el corazón
y prefiero rellenarlo con canciones.
Coge aire, se acerca la caída y esta vez solo
tú controlas el impacto.
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